No me peino, me da pereza
ando descalza por mi casa.
Dedos largos, mucha cara,
siempre en sueños y despistada.
No soy alta, no tengo luces
por eso me pierdo por las noches.
Odio los muros legales
los edificios y las catedrales.
Si hace frío me constipo
ni me tapo ni me administro.
Salgo mucho y no bebo
a menudo miento un poco.
Prefiero hablar que callar
si me tengo que agachar acuéstate.
Pienso a menudo,
pero nunca tengo razón
No me gusta que me llamen
que me chillen, que me obliguen.
Me gusta el respeto
y pocas veces está suelto.
Si quiero algo, lo consigo,
si no quiero nada, lo destruyo.
Me acuesto desolada
y me despierto esperanzada.
y me despierto esperanzada.
Me pierdo por el camino
me encuentro pocas veces.
Disfruto buscando
aquello que nunca hubo.
Y cuando casualmente
me encuentro de repente
sé que no soy nada
y soy todo para mí.
Así soy yo,
sin rima,
sin ritmo,
sin orden.