martes, 21 de enero de 2014

Hojas de otoño que pasan por mi ventana.

Está lloviendo y observo por la ventana cómo los charcos tiemblan mientras te recuerdo y surge un sentimiento que no sabría etiquetar. No te echo de menos, no me faltas, me molestan los recuerdos.
La luna saliendo a llamaradas del mar, el sabor de manzana...

Pero mi vida ya no es como antes, ya no está vacía sin ti, la llené yo misma con las ilusiones que debí buscar tiempo atrás, con metas que quiero llegar a alcanzar y esperanzas vivas.

Aún así te recuerdo y no puedo evitar que se me llene el estómago de anhelos, de cosas que fueron y dejaron de existir. Recuerdo los momentos que pasé cuando desapareciste y me doy cuenta de que en una semana recuperé todo lo que no había conseguido tener.

Miro por la ventana y aún caen hojas de otoño sobre los charcos.
Hojas que ya fueron funcionales en su momento pero que reaparecen de la nada, recordando que el otoño existe y ya pasó.