miércoles, 7 de noviembre de 2012

Sueños de pensamientos ajenos.

Cae el sol en el mar, el mar frío de esta tarde de otoño.
Parece mentira que se vaya a apagar, ya está el crepúsculo dando paso a la noche.
Qué egoísta la luna, que empuja al sol a mojarse para lucir ella en el firmamento. Aún así, sabe que el sol la quiere y haría cualquier cosa por ella. Igual que el mar, que se marea a su merced.
Un cuadro en directo saboreado por muy poca gente. Esa gente que antepone la felicidad real a la ficticia, a la del día a día.
Se siente solo el crepúsculo con tan pocas miradas. Siente celos de la luna, que todas las atrapa.
Si la vida es encontrar, hoy encontré este cuadro.
Hoy lucen mis ojos la luz del sol y el brillo de la luna, se hunden en el mar mis pensamientos y se lleva la brisa el humo del cigarro.

Mañana, quién sabe, dónde estará la luna cuando salga el sol.
Mañana, yo lo sé, se esconderá toda la noche entre mi colchón.