lunes, 6 de junio de 2011

Montones de comida

El agua golpeaba el cristal de la ventana y ella, sentada en la mesa de la terraza, apoyaba la cabeza en el, mirando las gotas que se fusionaban y creaban una más grande. Pero la cabeza no estaba realmente en su sitio.
Sitió la necesidad de desvanecerse entre sus pensamientos. Buscó el día exacto en el que empezó todo y lo encontró.
Un fallo técnico, una pieza mal puesta, un pestañeo de ojos en mal momento. Quien sabe. Tal vez alguien trapicheaba entre los archivos del futuro y necesitó hacerlo.
Ahí, todo empezó a cambiar, igual que el volantazo del coche. Pero, ¿Y el momento cumbre? Ese en el que tu vida tropieza y todo cae(por su propio peso).
También lo sabe, lo encuentra ahí tapado entre hojas y hojas de papel periódico.
Que triste.
Y el momento exacto en el que se dio cuenta de todo, ¿dónde está?. La pieza más importante del puzzle, la pieza final, esta que puede resolverlo todo, se perdió entre la comida.