domingo, 24 de octubre de 2010

Querido Sebas:
¿Qué tal estás? Supongo que bien, a alguien como tú, todo debe irle bien...
El otro día estábamos en filosofía y me acordé de ti (otra vez más). La razón es muy simple:
No sé como, la profesora sacó el tema de que el ser humano es demasiado cómodo. Muchas veces, por el miedo al "qué pasará" evitamos tantas cosas... A veces, aunque nos encontremos jodidísimos, decidimos quedarnos tal y como estamos a dar el paso a lo desconocido.
Entonces, eso me hizo recapacitar, pensé en los meses anteriores.
Soy tan jodidamente cómoda, que decidí joderme a enfrentarme. Llámame cobarde, lo sé. Pero al elegir entre el miedo y lo desconocido, me di cuenta que me sentía "mejor" en el miedo que a enfrentarme a un futuro borroso.
Las opciones corrían y corrían por mi mente, hasta que encontré la correcta. Olvidarte iba a ser lo mejor para mi, para ti, y para todos los que se preocupaban.
Eso sí, siempre estaré pensando en el "y si..."
Ya te lo dije Sebas, no voy a poder evitar mandarte carta tras carta... aunque ahora te olvides de mi.
Yo nunca lo haré... no del todo.
Un beso o un abrazo, como prefieras.

Carla