martes, 13 de junio de 2017

La nada de las 2.35

Ya no queda más que simpleza banal para escribir.
Me pregunto qué clase de dolor debe recorrer mi cuerpo para poder encontrar un sentido a todo lo que escribo.
Si escribir era justicia propia contra mi boicot.

Ya no sé dónde dedicar espacio para crecer
crear.
No encuentro la razón de muchos llantos
y
cicatrices.

Banal.
Todo es banal.

Todo llega
y me dice
que se va.

Todo es mar que perpetúa lejos, todo es silencio que causa temor. Temor a que desaparezcan
sensaciones
pensamientos
emociones.

Ya no encuentro
un lugar
en el que llorar.

Si la cordura me va a llevar por aquí,
no voy a continuar.

He empleado años en
vaciarme.