domingo, 11 de septiembre de 2016

Amaneciendo.

Ya no soy una puesta de sol.
Soy un amanecer.

Un amanecer resplandeciente
en el precipicio del horizonte
que no se cae.

Ya tengo mi luna:
yo soy mi luna.

Cuando no amanezco,
estoy en la noche brillante
junto a las estrellas,

mis hermanas.

Todas aquellas luces
que me ayudaron
a ser quien soy,
a aceptarme, a quererme.

Esta luna
y este amanecer
un día no te echarán
de menos.

Convivirán,
con tu recuerdo,
presente
e
indoloro.

Un día.

Siendo un amanecer.