sábado, 23 de abril de 2016

Porquería emocional.

Al escribir
ese dolor
que desgarra
disminuye.

Queda
plasmado
con el 
traqueteo
del teclado.

Queda 
difuminado,
translúcido.

Pero sigue
y desgarra
y duele
y permanece.

Y te dice
que no lo sueltes.

Que está
ahí contigo,
siempre
fiel.

Para recordar
entre vacío
y vacío
que fácilmente
vuelvo a llenarme.

Aunque sea
de simple
porquería
emocional.