viernes, 31 de octubre de 2014

Hola y adiós.

Igual que el viento de otoño acompañando a la hoja:
Aparece y se va, nunca queda.

Como el mar, incesante oleaje en la tormenta de agosto:
Va y viene.

Aquella alegría de la infancia creando el castillo de arena:
Estuvo y se fue.

Recordando el sabor de aquellos labios de sabor manzana:
Besaron y marcharon, sin darte cuenta.

El tiempo que saluda y se despide, nunca para a charlar.
El tiempo que se lleva lo que había, no lo devuelve.
El tiempo que deja la vida correr, no cesa.
El tiempo que cambia las cosas de sitio, no rectifica.

El tiempo.
El maldito tiempo.
Ojalá entendiera el tiempo.