miércoles, 1 de febrero de 2012

El héroe salvado

A veces me pregunto si sería capaz de vivir sin mi. Y la respuesta es no.
Hoy he vuelto a sacarle las castañas del fuego, iba a comer un plato de spagetti envenenado y le he chillado: No! no lo hagas o morirás!!
No comió, a penas, así que no corre peligro, no ha sido una ingesta tan importante del veneno. Le afectará, eso si, pero sólo le dolerá la cabeza.
Luego, a la tarde ha estado muy cansada, y le he recordado lo del café. Será estúpida, claro, un café. Yo, no entiendo cómo no puede hacer estas cosas sin que yo se lo recuerde... Ni que fuese su madre!
O cuando vino Lipu a verle, no te acerques tanto, que se dará cuenta. ¿Darse cuenta, de que?. De que hoy casi mueres envenenada. Le parecía una estupidez esa excusa, pero... así no se le nota. ¿El qué? Ella sabrá.
Me preocupa esta chica, no va a poder dejarme, si no empieza a depender de mi, nunca disfrutará del placer de las cosas.
Aún así no hay mejor placer, para mi, que sentirlo yo por ella.