viernes, 24 de junio de 2011

El mejor, irónicamente

Hay un cúmulo de cosas que no puedes soltar. Retener, detener, guardar, conservar, paralizar, mantener...
Supones que algún día todo saldrá al exterior, y sabes será de la peor manera posible.
Cosas que no debes para calmar ese revoltijo de huevos en tu interior. Miradas, suspiros, humo, aire, mar...
Puntos suspensivos para evitar daños materiales y sobre todo emocionales.
Maldita sea ese día. Que estupidez.
Quieres que todo vuelva a ser como antes, sin cosas por en medio, un verano como el anterior. Quieres que ojalá no se quedase sólo en un deseo, pues algo así ya es irreversible.
Bonito ese día.