martes, 25 de enero de 2011

Es época de cambios.

Como todos, como toca, nos dejamos influenciar por lo que nos gusta, por lo que nos atrae, por el morbo. Dejamos que nuestros pensamientos empiecen a coger forma y nos modelan a la forma de hablar.
Pero seguimos siendo nosotros. Nuestras raíces nunca se moverán del suelo desquebrajado, a causa de los terremotos provocados por la gente.
Y yo, bajando la mirada, sonrío al ver que todo sigue en su lugar. Las raíces han crecido, han experimentado sitios nuevos, han examinado donde se encuentra el mejor compuesto y donde abunda el agua para no morir de sed, hasta donde yo he permitido, han chocado con piedras y han cambiado el rumbo, pero, el tronco sigue ahí, el punto 0 no se mueve.
En cambio, tú... No pierdas las raíces, no dejes que penetren en territorio desconocido, no dejes que el sitio principal cambie de lugar. Antes de que sea tarde, siempre puedes rectificar.

No dejes que las estaciones jueguen con tus raíces.