viernes, 8 de octubre de 2010

Querido Sebas:
¿Qué tal estás? Supongo que bien, a alguien como tú, todo debe irle bien.
Hoy sé que estás por aquí, y he vuelto a sentir aquel sentimiento de hace unos meses. Lo sé porque noto como el aire penetra mejor en mis pulmones y que el corazón me late más rápido de lo normal. Pero sé que es sólo la añoranza del sentimiento.
Sabes, tengo ganas de verte, de contarte todo lo que ha pasado en mi vida, pero desde que él ha ocupado tu lugar, siento que te pierdo. Siento perder la confianza. Me acuerdo de los sueños, de todo Sebas... Al fin y al cabo, eres y serás algo imposible de sacar, porque eres parte de mi forma de ser. Ya lo sabes. Marcaste el antes y el después de Carla.
Nunca me cansaré de acordarme de ti y no veo el día que yo no dependa de ti.
Sebas, espero que estés genial con todo, y sé que lo estás, simplemente me hago la gilipollas, una vez más.
Un beso o un abrazo, como quieras...
Carla.

Mi bajo MJ, una de las pocas cosas a las que amo.