lunes, 17 de mayo de 2010

Se dio la vuelta asustada, había escuchado su nombre salir de aquella boca. Sus ojos como platos pudieron ver como sonreía después de que ella se girase. Lentamente se acercó.
-No puedes irte tan fácilmente- El alargó la mano alcanzando la suya.
Mientras, el silencio se hacia dueño de la calle, al menos para ellos.
Carla intentaba con lo único que le quedaba de corazón no apartar la vista de los ojos de Sebas. Volvía a acercarse más a ella.
-Sebas... otra vez?
-Otra vez que?
-Me sigues Sebas, no puedes dejarme en paz? Sabes que quiero olvidarte, no puedes dejarme así.
Y en menos del rato que tuvo para parpadear, sus labios ya volvían a rozar los suyos. Carla, asustada, abandonó por un momento el miedo, soltó los brazos de su cuerpo y los llevó al cuello de Sebas. Como si nadie hubiese por la calle, dejaron de lado todos los errores, y el temor a perderse el uno al otro, otra vez.
-Debes darme explicaciones Sebastian.
-Te parece bien un "don't go away"?
-Sólo si te aplicas el cuento, y tampoco te vas.
-No si tu no vas conmigo.

Suena cursi, pero quiero que sea mañana.