martes, 19 de enero de 2010

Esto ya ha perdido el rumbo, el control se ha descontrolado por si solo, las manos ya no pueden sostenerlo, se ha vuelto tan abstracto. La ceguera es más fuerte que nunca. Esto ya no tiene razón alguna para querer evitarlo.
Ojalá fuese más fuerte... mejor dicho, ojalá hubiese sido tan fuerte como yo pensaba, porque, desgraciadamente esto ya es real.