sábado, 24 de octubre de 2009

Puede que nadie imagine lo que para mi es lo más grande. Nadie puede imaginar en que pienso la mayoría de veces ni el nombre que está grabado en mi cabeza.
Puede que nadie imagine quien es la persona que más odio en este mundo. Nadie puede imaginar las ganas que tengo de abandonar a ciertas personas.
Puede que nadie imagine quien es esa persona causante de mis alegrías. Nadie puede imaginar las ganas de sentirme bien.
Puede que nadie imagine que eso que me empuja día tras día. Nadie puede imaginar a quien tengo a mi lado en cada momento.
Supongo que alguien tendrá que saberlo algún día.

No me encuentro bien, tendré que pedir prestado a alguien un GPS.