domingo, 6 de septiembre de 2015

Mar, tinta y corazón

Siempre con la misma historia cada vez que huyes. El paisaje, los colores, ese azul y la sonrisa queda lejos. Parece que el viento te arranca el corazón de un suspiro, parece que tus ojos cierran las ventanas.
Echas la mirada atrás y no es tristeza lo que sientes, sino frustración de no encontrar el equilibrio perfecto entre ayer y mañana porque hoy estás muy ocupada pensando en otras cosas.

Al final todo vuelve a su cauce, ese instinto no se va y parece no tener intención de hacerlo mañana. Y todo baja, cual río cayendo, siguiendo la pendiente. Casi como tú.
Ya no hay muñecas que valgan, ni comida que huya, ni dolores que sanen... Tú siempre estarás ahí, frente al acantilado dudando.
Siempre dudando.

Entre dar el paso o salvarse.