También puedo despertar optimista y recordar la noche anterior paseando por tu espalda. Dando un rodeo por tu cuerpo, o hablar de lo llena y bonita que está la luna mientras me acompañas para luego disfrutar de nuestros sueños.
Pero, ¿sabes qué?
Soy realista.
Y como no te he tenido:
No podré echarte de menos.