viernes, 31 de diciembre de 2010

Os voy a deleitar con una historia estos últimos momentos de este año 2010: La historia de Teresa.
Seguramente estaréis preguntándoos, ¿Quién es Teresa? Bien, empezaremos.
Teresa es una adolescente de 17 años casi recién cumplidos que vive en S. Estudió en un instituto céntrico de S hasta que vio que su lugar estaba en D. Le gusta lo diferente, la música diferente que no escucha la mayoría, las pelis que no ve mucha gente y leer libros que no son los típicos de amor adolescente. Ama la fotografía, la música, pintar... el arte en general. Pero tiene miedo de enseñárselo al mundo. Presume de no ser como todo el mundo, le encanta y tiene gente a su al rededor que también ama esa forma de pensar. Teresa es orgullosa, sabe quien es, donde quiere ir y lo que quiere hacer, esto da paso a ser una persona cabezota. Sus ideas son intocables y nunca nadie las podrá manejar. Hasta cierto momento. Le gusta sentir lo insensible, pensar cosas impensables y hacer lo que nunca nadie pudo imaginar.
Da la sensación de que Teresa es espectacular. En cierto modo puedo decirse eso. Así que... entraremos fuerte.
Teresa vive en una mentira constante. Esa mentira empezó con una simple sonrisa falsa. Creciendo, creciendo, creciendo... alimentándose como si de una bola de nieve se tratase.
Poco a poco empezó a caer, dándose cuenta de que algo tenía que cambiar y vio que tenía a su favor un factor imprescindible para cambiar la vida de uno mismo. Nadie la conocía de verdad, nadie conocía la personalidad que ella había ido modelando al paso de los años, dejando atrás la infancia e iniciándose en la adolescencia.
Teresa conoció a M y, entre mezclas químicas relacionadas con el amor, nació una relación aparentemente estable. Y todo parecía genial.
Los proyectos en los que se iniciaba iban saliendo adelante, las cosas iban bien... Pero ella tenía miedo de volver a caer, y esto dio paso a usar el factor más imprescindible. Teresa se iba dando a conocer con una personalidad que no era la que le pertenecía.
Todo el mundo pensaba que sería genial conocerla y ella llevaba su plan a la perfección. Teresa dejó atrás las mentiras antiguas para iniciarse en otra.
Entonces, un factor inesperado entró de lleno en su vida. I había aparecido sin su permiso, llevándose uno de sus "tesoritos". Teresa intentó de todos modos que eso no afectase, ella quería seguir como siempre, pero las circunstancias no eran las adecuadas para mantener su vida tal y como ella había planeado.
I no le ponía las cosas fáciles, y empezaba a ver todo de otro modo. La situación se puso tensa, tensa, muy tensa y... pum! No lo pudo evitar, sin pensar en las consecuencias.
Teresa cometió un fallo y nunca nadie sabrá que es lo que piensa de lo que hizo. Los días iban pasando con el error como su sombra. Y finalmente V salió fuera de la lista.
Lamentó, quizás, ese tachón repentino, pero las consecuencias empezaban a fluir. Los intentos de arreglo no salían a su favor.
Teresa sigue mintiendo, enseñando algo que no es, mostrándose como una persona fascinante, cuya finalidad es hacer de su vida un sueño que nadie pueda alcanzar. Mientras, nada en un mar donde las sonrisas no son abundantes, donde la verdad sale a la superficie lentamente, donde la gente la quiere en cierto modo, donde ve que de su pasado sólo queda la esperanza de un futuro mejor, libre de mentiras y viviendo tranquilamente...
Encerrada en su interior, extrae las palabras incrustadas en su corazón mostrándolas envueltas en papel de periódico para que nadie pueda descubrir aquello que ella siempre querrá ocultar. Mirando todo como transcurre sin ver posar un poco de esperanza en su sonrisa.
Nunca se sabrá la verdad de la que pertenece Teresa, hasta cierto momento.