lunes, 15 de noviembre de 2010

Y mientras caigo lentamente en la desesperación, veo como los días no volverán a ser lo que eran. Nunca brillarán tanto como lo hacían.
Y muero... me estoy muriendo. Observo por la ventana como caen esos copos de nieve.
Y yo amo la Navidad, y este sitio me retiene.
Sé que nunca te pedí perdón, sé que nunca te lo conté, pero yo ya no recuerdo lo que era amar. Ahora sólo me consume el dolor, mientras no me doy cuenta de cómo. Anestesia, la última droga que tomaré.
Y muero... voy muriendo poco a poco. Recordando los momentos que nunca quise vivir con la intensidad que tocaba. Peso en oro... No sé que es el oro, ya no entiendo de reliquias materiales, y tampoco recuerdo lo que era amar.
Déjame dormir, no quiero molestias. Sólo escuchar el sonido de los cascabeles dentro de mi cabeza.
Me estoy muriendo, pienso siempre que me acuerdo, es uno de los pocos recuerdos que descansan en mi.
Y yo amo la Navidad, aunque no recuerde lo que era amar.