jueves, 12 de agosto de 2010

Los días pasaron, con ellos los meses y un fin de año por en medio. Meses.Y parece increible que todo aquello acabase, que todo eso por lo que pasé sea sólo un recuerdo más que permanece. Quien lo iba a decir.
Fueron meses pesados, meses en los que levantarse de la cama era realmente un sacrificio. Ver como tardaba en pasar las hojas de la agenda del instituto pintadas todas a causa del aburrimiento. El dolor me comió. Nunca pensé que llegaría el día en que me diese cuenta de todo aquello.
Después de todo, la vida ha vuelto a sonreir. Después de todo, pasó. Algo que Sebas nunca llegó a conocer y algo que yo nunca creería dejar de sentir.
Yo ahora sólo necesito 3 cosas. Alimentarme, respirar y él.