Sebas:

¿Qué tal te va todo?

Sé que bien, aunque no me respondas las cartas hace ya más de... tres meses. ¿Cómo no te van a ir bien las cosas? A alguien como tú, todo le sonríe. (eso espero)

Sabes, hace poco soñé contigo, diciendo que nunca más lo iba a hacer apareciste como así, y hoy he estado hablando de ti; de lo maravilloso que eres y de lo feliz que haces a la gente cuando está junto a ti. De esto y de pequeños detalles que te hacen ser increíblemente increíble. Y todo eso, cumpliendo uno de mis mayores sueños: Decirlo sin sentir el cosquilleo típico...

Sé que estarás más que harto de recibir cartas así contándote mi vida, y quizás no las recibas, pero me sienta tan bien recordármelo...

Sebastian... ¿Qué ha sido de ti? ¿De mi? ¿De los Dos?(Sí, dos en mayúscula, porque éramos una persona con nombre...). Como te dije anteriormente, lo echo todo de menos... todo. A ti, a mi, a los Dos. Creo que tú lo sabías todo, incluso sabes esto... Sebas. ¿No me dijiste nada? Sigo pidiendo un porqué a gritos.

Y me siento tan estúpida por seguir escribiendo. Viendo pasar los días y que ninguna carta lleve tu remitente. Me pregunto si al menos te dignarás a leerlas, o pasarás del tema al ver que ya nada me lleva a ti.

Vuelvo a decirlo, y lo diré hasta que... Echo de menos todo. Principalmente a ti.

Un beso... Bueno, mejor un abrazo.

Carla.

Sé que la foto es un atentado contra la vista... pero soy una sinvergüenza!!(Y más estando de vacaciones JUAS)