viernes, 29 de enero de 2010

Tarde, la noche cae sobre nosotros reduciéndonos a nada, el frío se cala en nuestros huesos, nuestros pensamientos llegan a la misma idea: ahora o nunca.
-Todo sería más fácil si estuviésemos bebidos.
Sonríes, decides hacerlo aún más fácil. Entonces, nuestros pensamientos llegan a la misma conclusión: más vale tarde que nunca.

¿Frío? Ya no sé que es eso.